En el 2º trimestre el ojo de tu hijo está formado, y en el 5º mes de gestación aparecen las cejas y las pestañas. Pero el iris, es decir, la parte coloreada, todavía carece de pigmento. De todas formas, el gris azulado con el que nazca no será el definitivo.
Ya existe actividad nerviosa en su nervio óptico. Aunque sus párpados siguen cerrados, con el fin de proteger los ojos, si al final de este trimestre acercas una luz a tu tripa, tu bebé gira la cabeza. Eso quiere decir que es capaz de distinguir la luz de la oscuridad a través de la piel de su mamá. Además, esas estimulaciones luminosas aceleran su ritmo cardíaco, otra prueba de que puede ver... a su manera.
Al final de este trimestre, los párpados se comienzan a separar, y los ojos se abrirán de vez en cuando.
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