Alrededor de los 4 meses de gestación la cóclea tiene dimensiones adultas. Se trata de una cavidad del oído interno, en forma de cono, donde se aloja el órgano de Corti, responsable de transmitir el sonido por el cerebro.
Al principio, tu bebé sólo oirá algunos sonidos y se observa que hay una respuesta electrofisiológica con frecuencias medias. Además, cuando el oído empieza a funcionar filtra los graves para no percibir más que los sonidos agudos, curiosamente como tu voz. Pero, poco a poco, su oído se perfecciona y, a medida que el oído interno madura, capta mayores frecuencias.
En la semana 23ª puede oír conversaciones, ruidos fuertes y música, ya que los huesos del oído interno se han endurecido.
Entre las semanas 22 y 24 funcionan los receptores del tacto del bebé, que están extendido por todo el cuerpecito, porque ya tienen listas las conexiones con la corteza cerebral.
El feto responde a los estímulos táctiles que le llegan a través de la tripa de su mamá. Para comprobarlo, te propongo este divertido juego con tu bebé: si estas tumbada y acaricias tu tripa y con un dedo presionas levemente a tu bebé, notarás cómo reacciona y se pone en movimiento.
Además, para ratificar que su sentido del tacto está desarrollado, se ha podido ver a través de las ecografías que si el feto toca accidentalmente el cordón umbilical, tiende a alejarse de él, como si no quisiera enredarse.
